La Paz, 18 de abril.- El ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina Ortiz, exhortó a los dirigentes de la Central Obrera Boliviana (COB) a trabajar de manera conjunta en la cruzada para cuidar los combustibles que son subvencionados con los impuestos que pagan todos los bolivianos.
Según un reporte institucional, el Ministerio de Hidrocarburos y Energías (MHE) concluyó el lunes la mesa técnica de trabajo con la COB, en la que atendió el pliego petitorio de los trabajadores sobre los diversos proyectos entregados y que están en ejecución en los sectores de hidrocarburos, electricidad, litio y nuclear.
La oportunidad fue propicia para informar acerca de los propósitos de la “Política nacional de control y lucha contra el contrabando de combustibles”, que fortalece las acciones del Estado contra ese flagelo y evita la proliferación del mercado negro de combustibles.
Molina destacó la importancia de la acción conjunta del Estado para implementar una serie de mecanismos de control a la venta de combustibles desde la producción e importación hasta la venta al consumidor final, tarea que permitirá generar un ahorro en la subvención de carburantes de aproximadamente $us 250 millones en la primea etapa.
Asimismo, como parte de la agenda de la mesa técnica de trabajo con el máximo organismo de los trabajadores, el Molina informó sobre los proyectos de industrialización, las plantas de biodiésel I y II, y planta de producción de fertilizantes granulados Cochabamba, también conocida como NPK.
También dio una amplia explicación acerca de los proyectos de exploración y explotación de hidrocarburos, mediante Plan de Reactivación del Upstream, que proyecta ejecutar inversiones por más de $us 1.500 millones hasta el año 2025.
Bolivia, el año 2006, apostó a la nacionalización de los hidrocarburos y sentó soberanía sobre sus recursos naturales y desde entonces recibió alrededor de $us 45.000 millones por concepto de renta petrolera, que se traducen además en aportes a los bonos sociales como el Juancito Pinto, Juana Azurduy y la Renta Dignidad.
Vía: ABI