El general Juan José Zúñiga, principal implicado en el “golpe de Estado fallido” de 2024, expresó este miércoles que la asonada militar en la plaza Murillo no fue un golpe de Estado, sino una orden que recibió del presidente Luis Arce. Además, involucró en los hechos a los ministros de Defensa y de la Presidencia y al exministro de Evo Morales, Hugo Moldiz.
Zúñiga dio una entrevista, desde la cárcel y vía Zoom, al medio argentino Data Urgente, en el que aseguró: “Para nada, no hubo ningún intento de golpe, peor golpe de Estado, para nada; todos son absolutamente inocentes, yo cumplí una orden y el resto de los militares comandantes que están encarcelados también cumplieron una orden superior”.
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«Es un fantasma este golpe. La intención era subir la popularidad del presidente y generar enfrentamientos con la Policía y los movimientos sociales”, aseguró.
En la entrevista, de casi una hora, Zúñiga relató que la mañana del domingo 23 de enero, se encontró con el presidente Arce en la cancha de básquetbol del colegio La Salle de La Paz. «No éramos amigos ni parientes, pero siempre nos encontrábamos en esa cancha para jugar básquet en el equipo en el que también jugaban otros militares».
«En los intervalos hablábamos, de comandante a capitán de las FFAA, con respeto. Ese día a las nueve de la mañana, en el descanso, me habló y me dijo que estaba por vivir la semana más crítica para el Gobierno por los conflictos y si lograba pasarla terminaría su mandato. Trae los blindados, trae tanques, apúrate porque sería una vergüenza que alguno quede atrapado en un punto de bloqueo», narró el excomandante del Ejército.
Aseguró que, como los blindados estaban en frontera y se necesitaba tiempo, dejó el partido de básquet con otros militares al Colegio Militar y convocó al general Sánchez, al jefe de Inteligencia y al de logística para transmitirles la orden presidencial. «Esta orden solo la da el Presidente, nadie más puede, porque es armamento de guerra. Él pidió que vengan dispersos para no levantar polvareda», aseguró.
Así, dijo que luego partió a Cochabamba rumbo a Totora, donde había una actividad con los altos mandos de las FFAA, a los que dio parte de la orden presidencial cerca de las 20 horas. Calculó que a las 22.00 de esa misma noche de domingo ya se estaban desplazando para llegar en la tarde de lunes al Estado Mayor.
Luego contó que se desplazó hasta Totora, por tierra. “Llegamos casi a las 8 de la noche, y todo el alto mando militar y los comandantes dieron parte al ministro de Defensa de las novedades que se tenían”. Dijo que le señaló al titular de Defensa que “no se sorprenda si sale en redes sociales” y que el ministro le respondió: “ah, qué bien general”.
Según dijo, la mañana del lunes, “dos altas autoridades del entorno del presidente, me llaman y me dicen: ‘¿han llegado tus fierros’?’. Yo les dije sí, ah, qué bien». Consultado sobre quiénes eran esas dos autoridades, respondió: “El presidente tiene un círculo íntimo de decisión, que está por encima del nivel de los ministros, ahí están Hugo Moldiz y el señor Fernando Rodríguez”.
De esas personas, aseguró que reunían los comandantes de las tres fuerzas y con él “casi diariamente” en su oficina. “Se reunían también con el licenciado Aníbal Aguilar, un señor de 72 años que se encuentra en un estado lamentable en la cárcel”.
“Al día siguiente, y esto es muy importante, a las cinco de la tarde me llama la secretaria del presidente y me dice, general, venga a la Casa Grande, encapuchado”. Según su relato, siempre entró a ese lugar con uniforme, sin él, o con buzo deportivo, pero ese día le dijeron que vaya “con el rostro cubierto, encapuchado”.
Luego, prosiguió: “entro y en la mesa estaba sentada la señora María Nela (Prada), al lado el señor Hugo Moldiz y el ministro de Defensa (Edmundo Novillo), con ellos se habló sobre el relevo del alto mando y el nombramiento de un nuevo comandante en jefe, que podría haber recaído sobre mí”.
“Me pedían el apoyo militar en esa semana tan conflictiva y ahí es donde se coordina algunos detalles”.
Luego señaló que “este país es una casa de negocios, donde todo el mundo lo despoja de sus recursos, venden sus recursos al mejor postor, es Casa Grande del Pueblo es un lugar donde se hacen grandes negocios, personales, de partidos políticos, de sectas, etcétera y nadie piensa en la patria”.
Finalmente, sobre el “documental” que presentó el Gobierno, señalando a un supuesto “gabninete civil” conformado por varias figuras públicas y analistas, Zúñiga aseguró que “hay un gabinete que no conozco. Solo conozco a Jorge Valda por las redes. Todos los militares y civiles detenidos son inocentes. Hay un caballero que presiona en las cárceles para que se inculpen. Yo estoy bien, no me voy a suicidar”.
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