
Santa Cruz, 12 de julio.- A través de una carta, los padres del menor que reveló haber sido víctima de violación en un colegio particular de Santa Cruz, piden no dejar enfriar la investigación del caso. Esto debido a que el hecho se conoció hace un mes y no han visto avances significativos. Temen que el caso se diluya en el olvido puesto que en algunos días la unidad educativa ingresará al periodo vacacional.
«Ha pasado un mes desde la denuncia realizada por nosotros en la Felcv. Y en unos días, el colegio entra de vacaciones. La oportunidad para que esto se siga enfriando y se busque que el caso quede en el olvido y aún peor, archivado», indica la primera parte de la carta y agrega «no lo vamos a consentir».
Es ante esta situación que han determinado asumir dos acciones importantes, la primera es revelar que entre los jóvenes que el menor identifica hay un muchacho pelirrojo.
«Entendemos necesario realizar la prueba de la cámara Gesell donde nuestro hijo pueda observar personalmente a todos los alumnos de secundaria del colegio que tengan un pelo de color pelirrojo o similar. Si son mayores de 14 años, son punibles y pueden ser investigados«, aclara en la misiva.
Y en segundo lugar, que se trabaje con ayuda profesional para el menor. «para que pueda dar mayores detalles de lo sucedido. Son muchos datos que nuestro hijo puede aportar para avanzar en este calvario para todos. Sabemos que someterlo a más indagaciones le hace daño. Pero más daño habrá para él y para otros si no se logra encontrar a los que cometieron el delito».
Asimismo, los padres del pequeño observan de que se indique no hay pruebas contundentes de lo sucedido. «Sin embargo, existe un informe psicológico expedido por la Defensoría de la Niñez, elaborado por gente profesional que estudia para diferenciar un caso inventado de uno real. Además, su caso fue validado por dos profesionales».
Esta versión la refuerzan haciendo referencia a que «de acuerdo a ley, para asegurar el descubrimiento de la verdad, todas las autoridades del sistema judicial deberán considerar el testimonio de una niña, niño o adolescente como cierto, en tanto no se desvirtúe objetivamente el mismo. ¿Esto no es contundente?«, cuestionan.
Los padres revelan que han intentado «conseguir evidencias de calidad, en las imágenes del colegio, donde lamentablemente no hubo una cámara que filme los ingresos y salidas de los alumnos en el baño en el que se dio la mayor cantidad de abusos».
Sin embargo, «lo que sí se ha constatado, en las imágenes de los baños de secundaria, es que niños de primaria entraban y salían sin ningún tipo de impedimento o vigilancia, incumpliendo las propias normas internas del colegio. Los abusos comenzaron en marzo. El colegio solo contaba con imágenes desde el 14 de abril».
Para los denunciantes, el colegio demoró cuatro días antes de entrar en contacto con ellos, «después que le informamos a la psicóloga de primaria el 12 de junio temprano en la mañana. El colegio debió haber denunciado el hecho en menos de 24 horas. Solo reaccionó cuando fue visitado por las autoridades de ley», aseguran.
Y culminan indicando que «como papás de nuestro amado héroe, estamos muy agradecidos por todo el apoyo y la solidaridad que hemos recibido. Nos ayuda mucho para lograr la paciencia y la fortaleza necesarias para continuar luchando para que se haga justicia».
En junio pasado se desveló un violación grupal en un colegio particular de la ciudad. Según las primeras investigaciones, la víctima era abusada en los baños del colegio mientras que sus agresores se cubrían sus rostros con máscaras blancas, incluso lo obligaban a mirar pornografía y lo amenazaban para que no los delate.
El niño contó, en su entrevista sicológica, que fue violado por lo menos tres veces, pero otras 17 veces fue obligado a mirar videos obscenos.
Vía: El Deber