El Gobierno boliviano expresó su enérgico rechazo a las declaraciones de la presidenta del Perú, Dina Boluarte, quien durante un informe ante el Congreso de su país afirmó que evitó que su nación se convirtiera en «un país fallido como Cuba, Venezuela y Bolivia».
El viceministro de Relaciones Exteriores, Elmer Catarina, calificó las palabras de Boluarte como “totalmente inadmisibles” y confirmó que se convocó al encargado de Negocios a.i. de Perú en Bolivia, Carlos Montoya, para expresar formalmente la molestia del Gobierno boliviano.
“Rechazamos dichas declaraciones porque para nosotros son inadmisibles. Nos llama poderosamente la atención este tipo de calificativos hacia un país con el que compartimos lazos históricos y una agenda bilateral positiva”, afirmó Catarina en conferencia de prensa.
En respuesta, la Cancillería del Perú, a través de su titular Elmer Schialer, justificó las declaraciones de Boluarte, asegurando que no ameritan un “mea culpa” y que se realizaron en el marco de una comparación de contextos económicos entre Perú y otros países. A pesar de ello, ratificó la voluntad de mantener las relaciones diplomáticas con Bolivia.
“No estamos rompiendo ningún hermanamiento con Bolivia. Todo lo contrario, la señora presidenta ha dispuesto que una delegación importante se haga presente el 6 de agosto, para conmemorar los 200 años de la independencia boliviana”, expresó Schialer.
Durante su intervención ante el Congreso, Boluarte aseguró que, tras asumir la presidencia tras la destitución de Pedro Castillo, evitó que Perú “siguiera un proyecto político que conducía a la destrucción”, y lo comparó con los casos de Bolivia, Cuba y Venezuela.
Ante esta situación, la Cancillería boliviana también convocó a Eva Chuquimia, encargada de negocios de Bolivia en Perú, para que rinda un informe detallado sobre el incidente diplomático.
Catarina recalcó que Bolivia y Perú son países hermanos, miembros de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), y recordó que en 2026 ambas naciones celebrarán 200 años de relaciones bilaterales.
“Hemos construido una agenda técnica fructífera en temas económicos, comerciales, fronterizos y de aguas internacionales. Este tipo de declaraciones no se condicen con el espíritu de integración que compartimos”, concluyó el viceministro.