Desde 2011, no se había producido un terremoto de tal magnitud en el mundo. Un gran seísmo de 8,8 ha estremecido a las 11.24 de la mañana (hora local) la península rusa de Kamchatka, generando inmediatamente una ola de alertas por tsunami en la cuenca del Pacífico. Entre las zonas en las que han sonado las sirenas se encuentra el área de Japón que quedó devastada en 2011 por el histórico terremoto de Tohoku, de magnitud 9,1, que provocó el enorme tsunami y posterior desastre nuclear de Fukushima, y que ocupa el cuarto puesto en el ranking de terremotos de mayor magnitud medidos en la Tierra desde el inicio del siglo XX. Sólo superan al terremoto nipón el de Valdivia (Chile) de 1960, de magnitud 9,5; el de Anchorage (Alaska) de 1964 (9,2) y el de la isla indonesia de Sumatra de 2004 (9,1).
El fortísimo seísmo de este miércoles se ha quedado cerca del temblor que desató la tragedia en Japón hace 14 años. Con 8,8, ocuparía el sexto lugar en la lista de terremotos de más magnitud, empatado con el de Maule (Chile) de 2010 y el que en 1906 sufrieron Ecuador y Colombia, según la lista en la que el organismo estadounidense U.S. Geological Survey (USGS) recopila los 20 mayores terremotos en el mundo desde 1900. El quinto seísmo de este ránking, de magnitud 9, ocurrió en la misma península de Kamchatka en 1952, causando más de 2.300 muertos.
«Ha sido un terremoto de los grandes», resume María José Jurado. La investigadora del Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera (CSIC) conoce bien esta zonas de subducción pues el año pasado estuvo perforando en la fosa de Japón que dio origen al terremoto de Tohoku..
El epicentro de este seísmo de 8,8 estaba en el mar, a 20 kilómetros de profundidad, y a unos 130 kilómetros de la costa oriental rusa, por lo que aunque ha generado tsunamis, los daños materiales por el temblor en sí no han sido grandes en tierra. La ciudad de Petropávlovsk-Kamchatski, de 180.000 habitantes, se encuentra cerca del epicentro pero, de momento, no se ha informado de víctimas mortales. Ha habido además ya más de una decena de réplicas, algunas de magnitud superior a 7, por lo que las poblaciones de las zonas cercanas siguen en alerta.

