Enfado en el entorno del brasileño porque desde la organización les deslizaron «el fairplay» como una de las causas de la derrota. Brasil estalla en su defensa y hasta el Gobierno saca un comunicado. Camavinga clamó contra «las políticas del fútbol».
«Dicen que este año el ‘fairplay’ tuvo mucho que ver». Los móviles del vestuario del Real Madrid y de su entorno echaban humo el lunes por la noche. Mientras Rodrigo Hernández levantaba el segundo Balón de Oro masculino en la historia del fútbol español, Vinicius Júnior escribía un contundente mensaje en sus redes sociales: «Lo haré multiplicado por diez si hace falta. Ellos no están preparados». ¿A qué se refería?
Fuentes cercanas al atacante consultadas por este periódico aseguran que esa publicación del brasileño va referida a su lucha contra el racismo. Los que mejor conocen al futbolista creen que sus denuncias de los últimos meses han creado cierta animadversión en algunos sectores del fútbol mundial y que varios del centenar de periodistas que han votado en el Balón de Oro le han dejado lejos del podio por razones no futbolísticas. «No a la política en el fútbol», clamó Eduardo Camavinga, uno de los mejores amigos de Vinicius en el vestuario del conjunto blanco, siguiendo el argumento de su compañero. «Nada podrá borrar lo que has hecho, no están listos para lo que se viene», comentó Tchouaméni.
El brasileño, elegido Premio Sócrates en el Balón de Oro del año pasado precisamente por su lucha contra el racismo, pestá muy molesto con la organización por cómo han valorado los criterios que eran claves en esta edición: «Rendimiento individual, logros colectivos y fairplay». Y en su entorno se centran en los periodistas que han votado en el premio, una situación diferente al galardón del año pasado, elegido directamente por la organización: «Algunos periodistas se han reído de él en redes sociales y votan en el premio. ¿Eso es fairplay?», se preguntan.
La organización se defiende. «A Vinicius le influyó la presencia de Bellingham y Carvajal en el top’5, le quitaron algunos puntos. Los jurados repartieron sus decisiones entre ellos y eso benefició a Rodri», argumentó ayer Vincent García, redactor jefe de France Football, que lamentó la ausencia del brasileño y del resto de representantes del Madrid: «Quedé muy desagradablemente sorprendido con su ausencia. Fuimos muy claros con ellos y con todos los demás clubes. Este año no íbamos a avisar del ganador, pensé que habían aceptado, pero en el último momento quisieron cambiar la regla».
Pero en Brasil la opinión es diferente y no creen en esa división de votos. El propio Gobierno del país fue uno de los primeros en apoyar al delantero: «Eres un gigante y ya entraste en la historia del fútbol, no solo por tu increíble habilidad en el campo, sino también por la incansable lucha contra el racismo». Ludmila Silva, exjugadora del Atlético de Madrid, aseguró que «por ser negro tienes que hacer el doble».
Algunos de sus compañeros en la selección brasileña, como Paquetá, Douglas Luiz o Gabriel, salieron en su defensa. «Más respeto, es el mejor», pidió este último. «Eres el mejor del mundo», escribió el defensa del Arsenal. «El mejor, aunque la gente diga otra cosa», publicó el centrocampista del West Ham. «Eres nuestro orgullo», publicó Bruno Guimaraes. Para Richarlison, delantero del Tottenham, es «una vergüenza», e incluso Lewis Hamilton, piloto de Fórmula 1, mostró su apoyo al futbolista publicando una bandera de Brasil.
El apoyo siguió en el vestuario del Madrid, con publicaciones en las redes sociales de Brahim, Mendy, Valverde, Lucas y Carvajal. La decisión de Vinicius, según pudo confirmar este periódico, es no volver a ninguna gala del Balón de Oro «hasta que las cosas cambien». Una opinión que comparte el propio Real Madrid, molesto con France Football tras la inclusión de la UEFA, a la que está enfrentada, en la organización del premio.
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