Miles de radicales seguidores del expresidente brasileño Jair Bolsonaro, asaltaron el domingo las sedes del Congreso, de la Presidencia y del Tribunal Supremo, en Brasilia, exigiendo una intervención militar para echar a Luiz Inácio Lula da Silva, que tomó posesión como presidente del país. Ante esta acción el mandatario electo prometió castigar con dureza a las personas que invadieron el Palacio del Planalto y otras instituciones estatales en Brasilia, decretando la intervención federal en la capital.
Para el analista boliviano y ex autoridad Sergio Medinaceli, llama la atención lo que ocurre en el vecino país más aún cuando existen intereses económicos y migratorios de por medio.
En su criterio fueron precipitadas las acciones del presidente Lula con destituciones y detenciones sin previas investigaciones.
Medinaceli, también observó las declaraciones del ex presidente Bolsonaro quien se encuentra en Estados Unidos asegurando que nada tuvo que ver en esas acciones realizadas, dice, por grupos de auto convocados. Consideró que la ex autoridad debe ser investigada.