En el segundo domingo de Adviento, el arzobispo de Santa Cruz, monseñor René Leigue, llamó a la conversión para estar limpios de toda mancha de maldad y para que no haya rencores, odio ni ansias de venganza.
Sostuvo que, frente a tantos problemas que hemos vivido, nosotros los bolivianos necesitamos un momento de verdadera conversión para encontrar la paz y la unidad, allanando los caminos para que el Señor se quede entre nosotros.
En ese sentido monseñor Leigue exhortó a prepararse para recibir la Navidad y decir realmente noche de paz, noche de amor y sea el inicio de la conversión sincera, como lo hizo el apóstol Juan.