Como es de conocimiento público el Ministerio Público imputó formalmente a los jesuitas Marcos Recolons (81) y Ramón Alaix (83) por presuntamente encubrir los abusos sexuales a decenas de estudiantes del colegio Juan XXIII en los años 70 por el sacerdote Alfonso Pedrajas, quien murió en 2009.
Al respecto el padre Sergio en representación de la Compañía de Jesús en Bolivia, sostuvo que ahora lo más importante es pensar en las víctimas y por ello se ha prestado la colaboración correspondiente para que las investigaciones continúen y se sancione a todos los involucrados.
El sacerdote explicó que ahora desde la iglesia se está insistiendo en los protocolos existentes para evitar más incidentes de este tipo.