La Cumbre Iberoamericana busca encaminar al bloque a enfrentar los retos del cambio climático, el hambre y los avances de la tecnología, que implican adaptar normativas a los nuevos escenarios y contextos digitales que marcarán los próximos años.
El presidente, Luis Arce, comenzó su discurso enfatizando en la necesidad de profundizar el diálogo entre países. “Hace tres años nos vimos atropellados por una emergencia sanitaria. Tres años después, las consecuencias siguen pesando sobre nuestros pueblos”, indicó.
“Desde varios años atrás, enfrentamos una crisis capitalista, que se manifiesta en la crisis sanitaria, energética y alimentaria. Todos somos parte de nuestra casa común, que es la madre tierra”, indicó; al tiempo que subrayó que el “sistema capitalista es vulnerable a crisis financieras”.
Arce hizo referencia a la crisis climática y dijo que una de las consecuencias de ella es la crisis alimentaria. “El acceso a una dieta saludable debe ser un derecho”, pidió.
Luego habló de nuestro y recalcó que tuvo la inflación más baja de la región el año pasado. También criticó al “gobierno de facto” así lo llamó de Jeanine Áñez. “Hoy, con la instauración de nuestro modelo, Bolivia ha retomado la senda del crecimiento económico con justicia social”, expresó.