
El afroestadounidense Albert Woodfox, un exmilitante de los Black Panthers que pasó 43 años detenido bajo aislamiento, murió el jueves, seis años después de haber salido de la cárcel, informó su abogado.
Como recluso pasó más de cuatro décadas solo en una celda minúscula por un asesinato que siempre negó, convirtiéndose en el símbolo de los fallos del mundo carcelario estadounidense.
Murió con 75 años por complicaciones relacionadas con el covid-19, afirmó a la AFP su abogado George Kendall.
Condenado por robo a mano armada, Albert Woodfox estaba recluido en el centro penitenciario de Angola, una prisión de Luisiana con una reputación siniestra, cuando un guardia blanco murió durante un motín.