Sucedió el viernes 25 de marzo, a horas 03:00. Dos contingentes de la Unidad Móvil de Patrullaje Rural (Umopar) salen en operativo rumbo a Valle Sacta, localidad del municipio de Puerto Villarroel (Trópico de Cochabamba), comandadas por un capitán; luego, una hora después, se suman otros dos grupos de uniformados, liderados por otro capitán y el coronel Yerko Terán.
Información de terceras personas daban cuenta sobre actividades del narcotráfico en el sector y las patrullas confirman el hecho, encontrando cuatro fábricas de cocaína y un megalaboratorio, “que estaban siendo trabajados por personal de nacionalidad colombiano”.
Un capitán, de apellido Villegas, le dijo al coronel que “le había llamado el viceministro (de Defensa Social y Sustancias Controladas) Jaime Mamani, que dio la orden para que abandonen el lugar”, orden que fue desobedecida por Terán, quien sostiene que ingresó al lugar, sacó fotografías, hizo un croquis de su ubicación y confirmó que se trataba de una estructura en la que operaban “peces gordos” del negocio ilícito.
El oficial, en su denuncia, cuenta además que recibió un “montón de llamadas” del director nacional de Umopar, Jaime Arancibia, que le habría dicho: “Salgan del lugar, no toquen nada, no quemen nada, salgan del lugar”, alegando que esa era la “orden” del ministro de Gobierno (Eduardo Del Castillo) y del viceministro Mamani.
Terán sostiene que incluso llegó a ser amenazado, que, si no acataba lo mencionado, “me iba a atener a las consecuencias”, porque le podían pasar “cosas negativas” a su persona y a los agentes que lo acompañaban, y también a su familia.